Casa en venta

Descripción

La castilla, un grande finca rustica de Mas Quemado es del siglo XVIII que has sido rehabilitada y acondicionadas para su nuevo destino turístico.
Las dos alados de este gran finca rustica se han unido en una estructura totalmente acristalada que ha permitido ganar un espacio dedicado a zona común con chimenea y barra de bar y comedor.
Esta finca de 1,391m2 cuenta con 14 habitaciones de dos hasta 4 personas, todas ellas exteriores y dotadas con cuarto de baño completo. Tres de las habitaciones y una vivienda separada disponen de altillo en donde se sitúan las camas supletorias (de matrimonio en una de las habitaciones e individuales en las otras dos).
La masía esta perfectamente acondicionada de cara el frío invierno de la sierra de Teruel, gracias a la calefacción central y al buen acondicionamiento térmico. Tienen placas solares para extra luz de tres fases y agua caliente.
Merecen destacarse las magníficas vistas panorámicas que se contemplan desde las ventanas de las diferentes zonas de la finca, en donde predomina la piedra y las vigas de madera.
Mas Quemado dispone de una amplia sala donde se puede jugar al ajedrez o al billar, dispone también de otra sala con chimenea donde se puede leer tranquilamente o bien ver la televisión.
El gran atractivo de Mas Quemado radica en la belleza de los parajes naturales que lo rodean. El mismo se asienta sobre su terreno proprio de 35.549 metros cuadrados y extra terrenos (en venta separadas) que total más de un millón metros cuadrados (100 hectáreas) en la que encontramos montes, prados y hasta un río, el Sollavientos.
Para poner de manifiesto que nos encontramos en plena montaña, basta con destacar que el pueblo de Allepuz se encuentra a 1.474 metros de altitud sobre el nivel del mar y el Mas Quemado, nada más y nada menos que a 1.626 metros de altitud. La estación de esquí de Valdelinares se halla a tan sólo catorce km. , por lo que el Mas Quemado se convierte en una base perfecta para los aficionados al deporte blanco.
En las proximidades existe una reserva ornitológica y discurre el río Alfambra, del que es afluente el Sollavientos. La sierra de Gúdar ofrece mil posibilidades a los amantes de la naturaleza, ya que se van a encontrar con frondosos pinares, manantiales de aguas cristalinas y una red de caminos ideal para los aficionados al senderismo.